May 9, 2025
Limitless Team
Si estás pensando vivir en Italia o ya estás en proceso de obtener tu residencia en Italia, probablemente te has preguntado cuál es la mejor forma de proteger y administrar tus activos. Para muchos, sobre todo emprendedores, inversionistas o incluso familias con patrimonio, surge una decisión importante: ¿conviene más una fundación en Italia o una sociedad en Italia?
La elección correcta no sólo impacta en términos de protección de activos y control, sino también tiene consecuencias directas en los impuestos en Italia y en cómo se estructura tu situación de residencia fiscal. Cada opción tiene ventajas y desventajas que deben ser evaluadas con cuidado, especialmente si tienes intereses internacionales o vienes de países como Panamá, donde las fundaciones tienen un rol muy particular.
En esta guía rápida y clara, exploramos las diferencias esenciales entre fundación y sociedad en Italia para 2025, pensando en quienes buscan una estructura legal en Italia eficiente y segura. Veremos cómo se crean, para qué se usan, qué control ofrecen y cuáles son los aspectos fiscales más relevantes. Así podrás tomar decisiones informadas, minimizando riesgos y optimizando tu patrimonio en el marco de la ley italiana.
Ya sea que busques crear una fundación en Italia, crear una sociedad como residente extranjero, o simplemente entender las mejores formas de manejar tus activos como residente en Italia, en este artículo encontrarás respuestas claras y consejos útiles.
¿Qué es una fundación y cómo funciona en Italia?
Una fundación en Italia es una entidad jurídica que se crea para administrar un patrimonio destinado a un fin específico —normalmente cultural, social, educativo o caritativo— y no tiene ánimo de lucro. A diferencia de una sociedad, no está diseñada para repartir ganancias entre socios o propietarios.
La fundación controla y administra bienes de manera independiente. Una vez que se transfieren los activos a la fundación, ya no pertenecen al fundador, sino que son propiedad de la entidad misma, quienes los administran deben seguir el objeto de la fundación y sus estatutos registrados.
Características principales de crear una fundación en Italia:
- Control y separación patrimonial: Al transferir activos a una fundación, estos se protegen de terceros y de problemas personales o empresariales futuros.
- Finalidad específica: Toda fundación debe tener un propósito definido (beneficio público o interés común).
- Durabilidad: La fundación existe independientemente del fundador y puede perdurar indefinidamente conforme a su estatuto.
- Reconocimiento oficial: Debe inscribirse en el Registro de Personas Jurídicas y, en algunos casos, obtener autorización previa.
Desde el punto de vista de la residencia fiscal en Italia, las fundaciones tienen reglas muy específicas. En gran parte, están exentas de algunos impuestos corporativos, pero pueden tributar por la renta producida por actividades empresariales o inversiones si exceden ciertos límites. Esto es clave para quienes buscan ventajas fiscales al residir en Italia mientras protegen su patrimonio.
El proceso de cómo formar una fundación en Italia implica:
- Redactar un acta de constitución y estatutos.
- Aportar un patrimonio inicial (no existe un mínimo general, pero debe ser suficiente para el fin declarado).
- Inscribirse formalmente en el registro correspondiente.
Así, la fundación se convierte en un mecanismo sólido para quienes desean separar activos del riesgo personal o empresarial, ideal para familias, individuos de alto patrimonio y residentes extranjeros que buscan estabilidad a largo plazo.
¿Qué es una sociedad en Italia y para qué se utiliza?
Una sociedad en Italia es una entidad creada principalmente para realizar actividades comerciales o empresariales. A diferencia de las fundaciones, su objetivo principal es la generación y división de utilidades entre los socios. Existen varios tipos —como la S.r.l. (Società a responsabilità limitata) y la S.p.a. (Società per azioni)—, y cada una se adapta a diferentes necesidades empresariales.
Crear una sociedad es una opción muy popular tanto para italianos como para expatriados que buscan formalizar sus negocios en el país y disfrutar de una estructura de responsabilidad limitada.
Usos principales de una sociedad en Italia:
- Operaciones comerciales: La sociedad permite vender productos, prestar servicios o gestionar inversiones de manera estructurada.
- Protección personal: Los socios generalmente no responden personalmente por las deudas de la empresa; su responsabilidad queda limitada a la aportación realizada.
- Planificación fiscal: Bien administrada, una sociedad facilita optimizar la carga tributaria dentro del marco legal italiano.
- Flexibilidad en el control: Dependiendo del tipo de sociedad, los socios tienen diferentes grados de participación y compromiso administrativo.
Para quienes tienen residencia legal y fiscal en Italia o piensan obtenerla, disponer de una sociedad puede convertirse en una excelente herramienta de negocios o de inversión, especialmente en sectores como bienes raíces, comercio internacional o consultoría.
El proceso de crear una sociedad en Italia siendo extranjero sigue pasos similares a la fundación pero varía en la experiencia práctica:
- Definir el tipo de sociedad adecuado según el objetivo empresarial.
- Constituir la sociedad mediante escritura pública frente a notario italiano.
- Registrar la sociedad en el Registro de Empresas italiano (Camera di Commercio).
- Solicitar el número de IVA y otros registros fiscales necesarios.
Además, la sociedad permite una gestión más activa de los activos en comparación con las fundaciones. Mientras que las fundaciones están limitadas por su objeto social, la sociedad puede adaptarse dinámicamente a cambios de mercado o estrategias de crecimiento. Esto es importante para residentes en Italia que necesitan estructuras flexibles para sus planes de negocios o inversiones.
Principales diferencias legales y de control
Diferencias estructurales y objetivos legales
Una de las primeras distinciones entre una fundación en Italia y una sociedad radica en su propósito legal. La sociedad (SRL, SPA, etc.) tiene un fin comercial: busca generar ganancias para sus socios o accionistas. En cambio, la fundación tiene un fin no lucrativo; se constituye para gestionar un patrimonio con una causa específica y no reparte beneficios.
Esto implica que, legalmente, la sociedad tiene titulares claramente definidos (socios o accionistas) que ejercen control a través de capital social. Mientras tanto, en una fundación, no hay socios, sino un fundador que transfiere el control a un órgano de gobierno (como un consejo de administración) que debe respetar el propósito fundacional establecido en sus estatutos.
Control y gobernanza
Si lo que buscas es tener control total sobre una estructura, una sociedad ofrece mayor flexibilidad de gestión. El administrador o director es designado por los socios, y las decisiones se toman según la voluntad de estos. En general, el control se puede redistribuir o vender si los socios así lo desean.
En cambio, una fundación está sujeta a un marco más rígido. El control no se basa en participación o acciones, sino en el cumplimiento del objetivo fundacional. Aunque el fundador puede influir o incluso formar parte de la administración, una vez creada, la fundación se vuelve una entidad autónoma: el patrimonio ya no le pertenece al fundador, sino a la fundación en sí.
- Sociedad: control dinámico, orientada a la distribución de beneficios.
- Fundación: control más institucional, orientada a preservar y gestionar patrimonio con un fin concreto.
Flexibilidad y modificaciones
En términos de adaptabilidad, la sociedad es mucho más flexible. Se pueden modificar fácilmente los objetos sociales, las estructuras internas, y hasta venderla o cerrarla. Esto la hace ideal para quienes buscan adaptarse rápidamente a nuevas oportunidades o mercados.
Por el contrario, una fundación requiere autorizaciones más complejas para cambiar su objeto, fusionarse o disolverse. Esto se debe a que goza de una finalidad declarada ante la autoridad competente (como la Prefettura o la Regione), que supervisa su actividad conforme a lo previsto por la ley italiana.
Estas diferencias hacen que la estructura legal más conveniente en Italia dependa de tus prioridades: ¿buscas control empresarial o protección patrimonial a largo plazo?
Implicaciones fiscales para residentes italianos
Fundación en Italia: tributación limitada pero controlada
Las implicaciones fiscales de tener una fundación en Italia dependen de su finalidad y actividad. En general, una fundación no persigue fines comerciales y, por lo tanto, disfruta de ciertos beneficios tributarios. No está sujeta al impuesto de sociedades si no realiza actividades lucrativas, y su renta puede estar exenta o sujeta a tratamientos fiscales favorables si se reinvierte para el fin fundacional.
Sin embargo, si una fundación realiza actividades económicas o genera ingresos pasivos, podría estar obligada a declarar y pagar impuestos como cualquier otra entidad jurídica, aplicándose el IRES (Impuesto sobre la renta de sociedades) al 24%. Además, debe presentar documentación detallada sobre sus operaciones ante la Agencia Tributaria italiana.
Esto significa que una fundación en Italia es útil para proteger el patrimonio, pero no debe usarse con fines puramente comerciales ni para esquivar impuestos, ya que está bajo estricto control administrativo y fiscal.
Sociedad en Italia: sujeta al sistema fiscal completo
Una sociedad italiana está plenamente incluida en el sistema tributario. Esto implica:
- IRES (Impuesto a sociedades): 24% sobre la renta neta.
- IRAP (Impuesto regional a las actividades productivas): entre 3.9% y 5%, dependiendo de la región.
- IVA: se aplica a bienes y servicios facturados, generalmente al 22%.
Además, los socios residentes fiscales en Italia tributan por los dividendos que reciben (normalmente al 26%) y deben declarar las participaciones y los beneficios en su declaración de renta personal. Esto puede aumentar la carga fiscal si no existe una planificación adecuada.
Residencia fiscal: dónde tributas marca la diferencia
Como residente fiscal en Italia, estás obligado a tributar por tu renta mundial. Esto incluye ingresos generados por fundaciones o sociedades, ya estén dentro o fuera de Italia. Si tienes una estructura como una fundación panameña o una sociedad extranjera, Italia puede requerir que declares y tributes por esos activos, dependiendo del control efectivo y el tipo de renta generada.
Por eso es importante entender cómo una estructura afecta tu residencia fiscal. En algunos casos, puede convenir más tener la titularidad directa o a través de una entidad con menor imposición, pero en total cumplimiento con las normas italianas y europeas.
En resumen
La sociedad genera impuestos más altos pero ofrece control y flexibilidad. La fundación tiene beneficios fiscales, pero un marco más rígido y supervisado. Para quienes vienen de estructuras como las fundaciones en Panamá, adaptarse al marco legal y fiscal de Italia en 2025 requiere asesoramiento claro y planificación que minimice riesgos sin perder eficiencia.
Todo esto nos lleva naturalmente a la siguiente pregunta: ¿cuál conviene más para un residente en Italia o que proviene de Panamá? Lo exploramos en el siguiente apartado.
¿Cuál conviene más para un residente en Italia o Panamá?
Elegir entre fundación o sociedad en Italia como residente —ya sea fiscalmente establecido en Italia o recién llegado desde Panamá— dependerá del tipo de activos, objetivos patrimoniales y nivel de control que busques. No existe una única respuesta válida, pero sí hay criterios claves que ayudan a decidir con lógica y proyección.
Si resides en Italia: protección y eficiencia fiscal
Para residentes fiscales italianos (quienes pasan más de 183 días al año en el país), la elección entre fundación o sociedad en Italia debe considerar el impacto en la carga impositiva y en la estructura legal de largo plazo. En este caso, una fondazione puede ser muy útil si tu objetivo es proteger un patrimonio personal o familiar sin fines comerciales.
Por ejemplo, una persona con bienes inmuebles, acciones heredadas o colecciones de valor puede usar una fundación privada para separar estos activos de su patrimonio personal. Esto ofrece no solo protección frente a riesgos legales o personales, sino también una organización más clara para fines sucesorios.
Sin embargo, si tu prioridad es generar ingresos, escalar operaciones o participar activamente en negocios —como emprendedor, inversor o profesional— entonces una sociedad en Italia (como una SRL o SPA) es probablemente tu mejor opción. Esta estructura permite mayor flexibilidad operativa, deducción de gastos y formalización comercial ante terceros.
Si vienes de Panamá o tienes doble residencia
Para muchas personas con residencia en Panamá que están obteniendo ciudadanía o residencia legal en Italia, el análisis también incluye cómo interactúan ambos regímenes fiscales. Panamá no grava la renta extranjera, mientras que Italia sí, una vez que eres residente fiscal.
En esos casos, usar una fondazione panameña para gestionar activos personales puede seguir siendo útil, siempre que esté bien estructurada y declarada correctamente en Italia. Pero si empiezas a generar ingresos dentro del territorio italiano o buscas acceso al sistema bancario y empresarial europeo, crear una sociedad en Italia puede ser prácticamente obligatorio.
Aspectos clave a considerar:
- Naturaleza del patrimonio: Para activos pasivos, la fundación puede funcionar; para negocios activos, conviene la sociedad.
- Control: La fundación implica ceder control; la sociedad te mantiene como administrador o socio activo.
- Fiscalidad: Las sociedades permiten deducciones y contabilidad activa; las fundaciones no tributan como empresas, pero exigen transparencia y claridad en fines no lucrativos.
- Heredabilidad: Las fundaciones facilitan la planificación sucesoria estructurada.
En resumen, si tu principal interés está en preservar, organizar o transmitir tu patrimonio familiar en Italia —y estás dispuesto a ceder algo de control—, la fundación es tu camino. Pero si vas a hacer negocios, recibir ingresos de forma activa y necesitas una estructura con más margen operativo, entonces una sociedad italiana tiene más sentido. En ocasiones, combinar ambas estructuras puede ser la estrategia más sólida, especialmente si hay conexiones con otras jurisdicciones como Panamá.
✍🏼 Toma nota...
La decisión entre crear una fundación o una sociedad en Italia no es solo legal, sino también estratégica. A lo largo del artículo vimos cómo funcionan ambas estructuras, sus diferencias en control y fiscalidad, y las implicaciones concretas para residentes fiscales en Italia o quienes vienen de países como Panamá. Las fundaciones son ideales para preservación de patrimonio y fines no comerciales, mientras que las sociedades se adaptan mejor a operaciones activas, emprendimientos y estructuras empresariales. La clave está en entender tus objetivos, tipo de activos y situación fiscal.
Ya seas un emprendedor buscando crecer en Europa, o una persona que busca un marco sólido para su herencia o inversión familiar, Italia te ofrece opciones válidas y legales. Lo importante es elegir de forma informada y anticiparse a implicaciones legales y fiscales.
¿Estás considerando crear una fundación o sociedad en Italia? En Limitless Legal te ayudamos a evaluar tu caso con enfoque legal y fiscal internacional, especialmente si tienes vínculos con Panamá. Nuestro equipo puede ayudarte a estructurar tu patrimonio o negocio correctamente desde el inicio. Contáctanos hoy para una consulta inicial sin compromiso.